viernes, 12 de diciembre de 2008

Etica y contexto del Periodismo de Investigación

Juan Jorge Faundes

INTRODUCCIÓN: EL PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN (PI)

Entiendo el PI como la búsqueda y difusión de información1 acerca de sucesos2 con valor periodístico (es decir: con grados considerables de improbabilidad de ocurrencia del hecho, y de probabilidades altas de impacto histórico y psicológico3 del mismo), eventos e información que otros (individuos, grupos, empresas, instituciones, organizaciones gubernamentales o no gubernamentales, clases sociales o el sistema mismo en su conjunto) mantienen ocultos y quieren impedir que sean conocidos y difundidos en un ámbito social mayor que aquel circuito de los que están enterados. Es decir, la materia del PI, su objeto, es la información oculta, reservada, secreta, y sus fuentes, aquellas que están cerradas. Estas últimas características (información oculta y fuentes cerradas) diferencian al PI de cualquier otro tipo de formas periodísticas, aunque sean de denuncia, pero que trabajen con información socialmente disponible a través de fuentes abiertas.

Esto no implica que el trabajo con información socialmente disponible a través de fuentes abiertas no sea investigativo: todo reportero, toda construcción de información por medio de la interrelación de datos, variables y actores es una práctica de investigación.

La investigación puede ser simple o compleja, superficial o profunda, individual o colectiva, observante o participante, tradicional o activa-participativa, usando fuentes abiertas o cerradas. Pero sólo al hacer uso de este último tipo de fuentes (que pueden ser personas, documentos, lugares, y en general cualquier objeto orgánico, inorgánico, vivo, muerto, analógico, digital, etc.) el trabajo se transforma en lo que se ha venido en bautizar periodismo de investigación. Lo que no implica que el PI trabaje exclusivamente con información oculta. Necesariamente ha de usar todo tipo de fuentes y todo tipo de datos. Pero los datos ocultos, el lograr la apertura de fuentes cerradas, le dan el carácter propio.

Por ejemplo, en mi libro Cardoen, ¿industrial o traficante? (Buenos Aires, Ediciones B, 1991) usé un gran volumen de fuentes abiertas (artículos de diarios y revistas, de libros, folletos de propaganda, etc.) relacionándolos y contextualizándolos de una manera nueva y haciendo inferencias a partir de ellos (periodismo interpretativo). Pero además, me introduje a un cóctel exclusivo al que no había sido invitado, usando una invitación ajena y burlando a la vigilancia (accedí a un lugar al que se impedía el acceso, que se transformó así en una fuente cerrada que abrí y pude extraerle información: ambiente, asistentes, conversaciones, discursos, etc.). También obtuve información verbal y documental, bajo compromiso de mantener el anonimato, de personas vinculadas laboral y comercialmente con el personaje investigado (que eran inicialmente fuentes cerradas que se abrieron bajo ese compromiso). El ingreso al cóctel, que además me posibilitó hablar por única vez con el propio Cardoen, y la obtención de declaraciones y documentos entregados por las fuentes anónimas, constituyeron prácticas propias del periodismo de investigación y dieron a todo el libro el carácter de un producto de este género.
La primera parte de este trabajo fue expuesta en forma resumida como ponencia en el curso taller "Periodismo de Investigación contra la corrupción", organizado por el Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP), y realizado en Antigua (Guatemala), durante los días 18, 19 y 20 de noviembre de 1999 y posteriormente completada y precisada en Santiago de Chile, en el presente mes de febrero del 2000.

La segunda parte, consiste en el análisis de una encuesta realizada a los asistentes del curso taller arriba mencionado, la que entrega valiosa información acerca del contexto que condiciona el trabajo del periodista investigador.

El conjunto forma parte de un proyecto de investigación mayor (proyecto DICYT N°039896 FM) llamado "Diseño de una teoría general del periodismo y de una metodología de producción de textos", del cual el autor es investigador responsable (DICYT son las siglas del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Santiago de Chile, Usach).

PARTE PRIMERA: DE LA ETICA

Etica periodística aplicada al Periodismo de Investigación

A mi juicio las preguntas básicas que debemos hacernos desde el punto de vista de la ética aplicada al periodismo de investigación, son: ¿Qué investigamos o dejamos de investigar? ¿Por qué? ¿Qué decimos o dejamos de decir? ¿Por qué? ¿A quién investigamos? ¿Por qué? ¿Cómo investigamos? ¿Por qué? ¿Es por amor a la verdad que lo hacemos? (¿O hay otras razones?: porque la verdad como conocimiento total, absoluto, acerca de algo objetivo y externo, no existe ni existirá para un cognoscente humano o similar4, pero consciente o inconscientemente la usamos como un fetiche5 que oculta nuestras verdaderas motivaciones, que pueden ser desde sicológicas hasta políticas o de otro tipo.)

Las preguntas arriba enunciadas resumen el problema central de la ética y del periodismo de investigación. Y también me parece central la crítica epistemológica, porque, ¿en qué se funda una ética si aparentemente no hay verdad ni valores absolutos?

La ética como una normativa que tiene consecuencias para el Periodismo de Investigación
Sin perjuicio de lo anterior, cabe concebir la ética como una normativa, un conjunto de políticas y pautas de comportamiento que deben ser aplicadas, en este caso, en la forma específica de trabajo llamada periodismo de investigación (PI).

Un paso necesario para reflexionar sobre la ética aplicada al PI es oponer lo que podemos llamar la ética tradicional a la realidad virtual. La primera es una normativa fundada en valores absolutos —producto de la teología y la metafísica cristiano-occidentales, como son los valores aristotélico-tomistas—, entre los que se incluye la máxima de que "el fin no justifica los medios". La segunda, y más cercana a lo que se podría llamar la realidad inventada o construida, está simbolizada por la película Matrix.

Una ética fundada en valores absolutos no tiene sentido desde la perspectiva de una biología del conocimiento que sostiene que nuestro cuerpo físico, biológico, está incapacitado para percibir y procesar objetiva y oportunamente los datos del ambiente (lo externo al sistema que efectúa la actividad del conocimiento) y que la experiencia no es un instrumento eficaz de verificación.

La propia física es una demostración patente de la insuficiencia de nuestros órganos de la percepción, que requieren de instrumentos adicionales para aproximarse, por ejemplo, a las zonas del espectro electromagnético que nos están vedadas (hacia lo infrarrojo y lo ultravioleta), lo que también ocurre con los sonidos (escuchamos sólo una gama mínima de vibraciones sónicas) y para qué mencionar nuestra insuficiencia perceptiva respecto del macro y microcosmos. ¿Cuántos datos del ambiente externo quedan por fuera de la capacidad de nuestros órganos de la percepción y de los instrumentos que los complementan? ¿El diez por ciento, el noventa por ciento? No lo podemos responder. Además está nuestra limitada capacidad de reconstrucción mental (de interpretación) del mundo presuntivamente externo a partir, ni siquiera de todos los datos que percibimos, sino sólo de la porción que somos capaces de descodificar. Y hay que agregar todo el proceso de modelación de la realidad, de producción subjetiva de información que realizamos omitiendo, distorsionando, generalizando, relacionando, a partir de códigos previa y culturalmente construidos.

Ello hace que un mismo acontecimiento: la llegada de los españoles al continente hoy llamado América, haya sido visto ("modelado mentalmente") por ellos mismos como su arribo "a las Indias Occidentales" habitadas por seres salvajes de los que ni siquiera sabían si tenían alma; y haya sido visto ("modelado mentalmente") por Moctezuma y los pueblos nativos como "el regreso de Quetzalcoatl" (pues los españoles eran blancos y barbados como su dios —que dijo que volvería— y hasta, como él, rechazaban los sacrificios humanos, experimento a que los sometieron para verificar su hipótesis).

Más claro (para los que vieron Matrix), nuestro conocimiento, nuestra visión del mundo es una realidad virtual: no existe sino en nuestra mente y no concuerda necesariamente con lo que existiría en el entorno. Sí, nos permite relacionarnos limitadamente con el entorno y actuar sobre él e interactuar con él. Lo suficiente para vivir y desarrollarnos. Pero no para conocerlo acabadamente.

En consecuencia, si estamos biológica y sicológicamente incapacitados para construir un conocimiento de la realidad externa a nosotros mismos que pueda considerarse "la verdad", no podemos asegurar la existencia de valores absolutos, de los cuales desprender una normativa, una ética, salvo por un acto de fe —que es una actitud religiosa, que no negamos, pero que no es la perspectiva de este trabajo.

Consecuencia ética de lo mismo: si la verdad se nos escapa y nos rehuye y nunca la abarcaremos en su plenitud: ¿cómo o hasta dónde erigirnos en adalides y jueces, en perseguidores e inquisidores…? ¿En nombre de qué?

La Mátrix

Aquel mundo ilusorio pero verosímil, alusivo-elusivo, virtual, aplacador de incertidumbres, tranquilizador de conciencias, legitimador de posiciones y de roles, reproductor de lo establecido, compuesto de formas colectivas de conocimiento tales como los arquetipos, los mitos, los paradigmas, la ideología, las representaciones sociales, los estereotipos, y de instrumentos cognitivos individuales, tales como los guiones, los modelos de situación, los modelos de contexto6, determinados por las formas colectivas.

La Mátrix corresponde bastante al concepto de ideología: una visión verosímil, mezcla de realidad y fantasía, que explica y legitima las posiciones sociales y sus roles, y que favorece la reproducción de ellas y la del sistema.

Consecuencia para el periodismo de investigación: podrá haber una aproximación a lo que consideramos verdad, pero nunca ésta será total, y la aproximación será directamente proporcional a la cantidad de fuentes que utilicemos, a la cantidad de perspectivas que usemos, de interpretaciones e hipótesis que construyamos, de contextualizaciones que realicemos, de consecuencias que imaginemos. Un suceso nos podrá parecer verdadero visto en un ámbito de observación reducido. Pero, en la medida que ampliemos el campo de visión, la cantidad de variables que intervienen, la verdad se hará más compleja, la comprensión del hecho será más dificultosa, y hasta podrá cambiar en 180° su interpretación.

En Chile el director de un hospital fue sumariado y sancionado por mal uso de fondos públicos (desvío de ítemes) y realizar actos no expresamente autorizados por la ley (enfoque estrecho). Pero la opinión pública lo aplaudió porque era la única forma de actuar de manera eficiente y eficaz para salvar vidas de pacientes (enfoque de radio más amplio). En mi caso personal, en septiembre de 1998, como director entonces de la Escuela de Periodismo de la USACH, fui sumariado y sancionado por el rector con destitución y expulsión, por un acto de resistencia civil protagonizado por la mayoría de los estudiantes, académicos y funcionarios, que exigíamos democracia universitaria. El rector usó la normativa vigente (Decreto Ley 149 de 1981 dictado por el general Augusto Pinochet, por el que se regían en el pasado los rectores militares) para sancionarme. El rector actuó legalmente (enfoque estrecho). Pero nuestra movilización fue legítima (enfoque amplio). Lo sucedido fue calificado de injusticia por los sectores democráticos.
¿Un periodista investigador debe restringirse a la denuncia estrecha o a la visión mayor del fenómeno situándolo en su contexto?

Una pauta ética: el consenso universal

Dada la insuficiencia epistemológica del ser humano, creo que lo más prudente es construir una pauta ética fundada en la tradición y el consenso universal. Es decir, en aquellos criterios o valores que desde épocas inmemoriales las distintas culturas han propuesto coincidentemente como deseables de ser alcanzados por la especie humana, individualmente y en su conjunto. Algo muy cercano a lo que los juristas llaman el derecho natural.

En esa tradición encontramos aportes muy valiosos. En el I Ching -cuyo origen se remonta por varios milenios a la antigüedad mítica china- leemos que el tao (o sentido) del ser humano es "el amor y la justicia"7. En el Tao Te King (Lao Tse, aprox. siglo VII antes de Cristo) encontramos que: "Soy bueno con los buenos, y bueno también con los que no son buenos, porque la vida es bondad. Soy fiel a los fieles y también a los infieles, porque la vida es fidelidad. El sabio calla ante el ruido mundano, y abre su corazón de par en par. Todos lo miran y lo escuchan. Y él los acoge como si fueran sus hijos." (XLIX). En el Bhagavad-Gita de la India (Canto del bienaventurado), en la Biblia, de los judeo-cristianos, valores como el amor y la justicia están siempre presentes. En las tradiciones filosóficas y políticas, también el consenso universal se centra en valores como los expresados en la revolución francesa: libertad, igualdad, fraternidad; que están también en la Utopía, de Tomás Moro, o en la comunidad primitiva, y en la sociedad final sin Estado, de Marx y Engels; el social cristianismo de Leon XIII, o de Jacques Maritain; la no-violencia activa de Gandhi, etcétera.


  • Traducida a un discurso actualmente vigente, la pauta ética universal se puede expresar en cuatro grandes criterios de acción social y a la vez pilares de la construcción de una sociedad nueva:

  • Democracia participativa de las mayorías: que asegure el ejercicio del poder por las mayorías que ocupan la base y el cuerpo del actual sistema piramidal que domina en nuestra sociedad globalizada.

  • Desarrollo participativo y sustentable centrado en el bienestar de las mayorías y el respeto a la naturaleza (justicia social, vida digna, cuidado del medio ambiente y sus recursos).

  • Derechos Humanos (expresión globalizada y jurídica del consenso valórico universal).

  • Diversidad (reconocimiento de que somos diferentes y debemos interactual como tales).

  • Estas mismas cuatro "D", debieran erigirse en los criterios fundamentales para la decisión ética de los periodistas investigadores; para dar respuesta a las preguntas planteadas al comienzo de esta exposición.
Lo que oculta nuestra "mátrix"

El sistema piramidal globalizado de explotación de las mayorías para beneficio de las minorías, escondido bajo el mítico e inocentado discurso neoliberal hoy predominante, debiera ser una de las grandes líneas éticas de acción del periodismo de investigación en todo el planeta.

Si consolidamos distintos informes de organismos de las Naciones Unidas, podemos observar en la cúspide de la pirámide a unos 200 (doscientos) individuos, que son los más ricos del mundo. Y lo son por sobre las corporaciones transnacionales, por sobre la banca global, la producción global, el comercio global, y que, indudablemente, se relacionan con ellos directa o indirectamente. Por abajo, unos 3.000 (tres mil) millones de pobres y, entre ellos, 200 millones de niños que mueren anualmente (uno cada dos segundos) de hambre, desnutrición y enfermedades que pudieron evitarse en otras condiciones de vida. Otros 2.000 (dos mil) millones de personas flotan en los sectores piramidales intermedios. No hablo de clases sociales, ni de burguesía global ni de proletariado mundial, porque ello provoca rechazo intelectual, ya que se trata de categorías decretadas obsoletas por la ideología dominante. Pero podemos usar la más neutra teoría de conjuntos y hablar del conjunto minoritario de la cúspide de la pirámide, del conjunto mayoritario de la base y del medio, y del efecto globo. Este consiste en que los recursos producidos por los del conjunto de la base y del medio, tienden a subir -igual que globos inflados de aire- y se acumulan en la cúspide.

La presencia de esta estructura piramidal en que estamos globalmente organizados los humanos: verificarla, precisarla (yo sólo he dado datos aproximados y muy generales), identificar sus mecanismos, modos de operación, condiciones de existencia; el estudio de cómo se replica en cada uno de nuestros países; de cómo se apoya no sólo en la explotación legal, sino también en la corrupción y el delito, violando sus propias legitimidades; la búsqueda de sus talones de Aquiles, etcétera, debiera ser el gran rumbo ético del periodismo de investigación, porque en sí misma constituye una violación flagrante del consenso universal que hemos consolidado en las "cuatro D".

Si en la película, la realidad virtual ocultaba la explotación de los seres humanos que eran usados como pilas energéticas por una sociedad de computadores; en nuestra realidad llamada objetiva, nuestra mátrix -la visión del mundo que predomina- oculta y justifica la explotación de las grandes mayorías mundiales, que son también "pilas energéticas" de los sectores de la cúspide de la pirámide: porque es el producto de su trabajo (en última instancia energía humana) el que se transmuta en los dineros y bienes de que gozan las minorías.

El sistema piramidal predominante es por lo tanto intrínsecamente corrupto, y esta corrupción esencial se oculta, y hay poderosas fuerzas sociales (económicas, religiosas, comunicacionales y militares) que quieren impedir que las grandes mayorías la conozcan y reaccionen en consecuencia. Luego, se cumplen las condiciones que lo hacen un hecho materia del periodismo de investigación.

Tres áreas de investigación

Lo anterior nos pone ante la existencia de tres áreas posibles de ejercicio del periodismo de investigación: el área del consenso, el área de la discrepancia legítima y el área de la disidencia (o, abiertamente, de la subversión).

Investigar desde el área del consenso es indagar y denunciar aquello que todos están de acuerdo en que se investigue, denuncie y sancione, y que no pone en cuestión al sistema piramidal. Se trata de sacar a luz hechos pretendidamente natural y universalmente perversos8. Por ejemplo: el narcotráfico; la trata de blancas; el lavado de dinero; el uso de dineros y bienes públicos para beneficio privado; el soborno; etc. Se puede sostener que investigar desde esta perspectiva es funcional al sistema porque lo limpia de aquello que lo desprestigia; y lo perfecciona. De inmediato se desata, entonces, una contradicción ética: ¿hasta dónde es ético —si se tiene conciencia de la funcionalidad de sólo perfeccionar el sistema piramidal— hacer la denuncia específica —ejemplo: soborno— sin denunciar el sistema en su conjunto o, sin hacer una propuesta de transformación integral del mismo? Queda planteada la interrogante.
Investigar desde el área de la discrepancia legítima es situarse en una zona temática en la que está permitido por el sistema no estar de acuerdo. Por ejemplo: el financiamiento de los partidos políticos, de las campañas electorales, el monto de los impuestos, el divorcio, el aborto, etcétera. Se trata de zonas en que ya no hay consenso sobre la bondad o maldad supuestamente natural, o universal, aceptada por todos, del hecho que se investiga y denuncia. Pero, en definitiva, tampoco esa discrepancia pone en riesgo la estabilidad sistémica. Las reflexiones y preguntas éticas son semejantes a las del caso anterior.

Investigar desde la disidencia (o desde una perspectiva subversiva) es situarse en aquellas zonas temáticas que el sistema ha expresamente excluido o denigrado, o que excluiría o denigraría, que de hecho son actual o virtualmente tabú. Por ejemplo: desde una postura crítica marxista —que ha sido ideológicamente demolida junto con el muro de Berlín y decretada muerta—; o desde el conflicto social, la movilización y la violenciaa versus la gobernabilidad, la aceptación del orden establecido y la paz social, que enmascararían la opresión que ejercen las minorías y la violencia estructural sobre los más. El periodismo de investigación disidente o subversivo pone en tela de juicio al propio sistema. Pretende desenmascararlo y aportar elementos para su demolición. Es disfuncional al sistema piramidal y otorga coherencia a la investigación y denuncia específica.
Los criterios que maneja el periodismo de investigación que trabaja desde esta última zona, son los de las ya citadas cuatro "D", porque la vigencia, por ejemplo, de una democracia participativa de las mayorías, tanto en lo político como en lo económico, es antagónica al sistema piramidal.
Criterios de selección y acción

Las señaladas cuatro "D" deben ser los criterios que el periodista investigador use para seleccionar y jerarquizar sus opciones investigativas.

Si debiera elegir entre las peripecias sexuales de un importante senador y su amante; o el soborno que recibe un ministro para favorecer a un consorcio en una licitación relacionada con el medio ambiente; o la conspiración de un grupo de dirigentes políticos de derechas y oficiales del servicio de inteligencia del Ejército, para infiltrar y desarticular a un naciente partido político que quiere ser un promotor de la ciudadanía activa y de la defensa de la diversidad y del ambiente, debiera usar como instrumento de decisión una matriz con las cuatro "D":








El resultado a lograr está claro. Una matriz de decisiones éticas puede inclusive ser más compleja, y a cada criterio ético otorgarle puntaje de 1 a 100, pues puede haber casos en que la caracterización de cada hecho sea más complicada:







(El puntaje máximo en este caso es 400).

La elección estaría clara; desde el punto de vista ético de las cuatro "D", el caso 3 debería ser materia de investigación por ser el de más alto puntaje. Está claro, de lo dicho al comienzo, que hay una decisión previa e inicial respecto del valor periodístico del suceso que se investigará.
Espero que estas ideas y criterios sean útiles para una evaluación crítica y para el desarrollo del periodismo investigativo en América Latina.

PARTE SEGUNDA: DEL CONTEXTO

PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN:OBSTÁCULOS Y ADYUVANTESEncuesta y análisis actancial de los resultados

Introducción

La encuesta cuyo análisis se entrega a continuación, fue realizada durante la citada conferencia realizada en Antigua, Guatemala. El objetivo era, aprovechando la presencia de un número importante de periodistas investigadores de América Latina, averiguar cuál era su percepción del periodismo de investigación, particularmente en lo que se refiere a obstáculos y fuerzas de apoyo, para desarrollar este género de periodismo. También, determinar qué contenidos entregados por el curso fueron considerados más útiles.
Es por eso que la encuesta contiene sólo cinco preguntas. Las cuatro primeras están referidas a los obstáculos (tanto internos como externos) y a las fuerzas de apoyo (tanto internas (fortalezas) como externas (oportunidades). La última, a los contenidos del curso. Pudo hacerse más preguntas, pero privó la necesidad de ocupar el mínimo de tiempo de los asistentes y expositores. La última, sobre los contenidos generales del curso-taller, no se tomó en cuenta para los efectos de este artículo.

De los 29 asistentes y expositores, 15 respondieron la encuesta. Ello constituye una muestra bastante representativa. Eran de 11 países distintos y la mayoría periodistas de diarios.
El perfil de quienes contestaron fue el siguiente:

País: México (3), Guatemala (2), Panamá, Puerto Rico, Venezuela, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Argentina, Honduras, Bolivia. No indicó país (1).

Tipo de Medio: Diario (11), Radio (2), TV (2), Internet (1). No indicó medio (1). Indicaron más de un medio simultáneamente (2), que fueron Diario-TV y Radio-TV.

Las preguntas fueron formuladas para obtener respuestas abiertas. Ello obligó al autor a agruparlas en algunas pocas categorías a la hora de tabularlas. Es posible que otro analista las pueda agrupar de distinto modo. Se consideró mejor dejarlas abiertas, para que fluyera lo que realmente pensaban quienes accedieron a responder, sin inducir respuestas.

La ambigüedad en las preguntas de los conceptos "interno" y "externo", y el poco tiempo para explicarlos, hizo que algunos consideraran como ámbito interno el del propio periodista, y otros, ampliaran el ámbito de lo interno al periodista y su medio de comunicación. Igual ocurrió con el ámbito de lo externo, algunos consideraron como externo sólo el medio de comunicación (externo a la persona del periodista) y otros al ambiente (externo al medio de comunicación). De allí que en este caso, aunque se tabularon por separado, metodológicamente fue mejor promediar los resultados de ambos ámbitos al momento de identificar tanto los oponentes como los adyuvantes, y sus frecuencias. Ello se observa claramente en las tablas respectivas.

Análisis Actancial - Encuesta

Para los efectos del análisis, el autor optó por el modelo actancial de Greimas9, que facilita visualizar el modelo que opera en términos dramáticos, o estratégicos. Se posibilita así poder observar al periodista investigador como un sujeto que pretende conseguir un determinado objeto, frente a lo cual encuentra un conjunto de oponentes y un conjunto de aliados, además de una fuerza destinadora de su misión y un conjunto de destinatarios del resultado de su misión.
La identificación del modelo actancial puede ayudar a encontrar y diseñar soluciones, ya que queda identificado lo que obstaculiza y lo que ayuda.

El modelo actancial de A. J. Greimas permite observar en un conjunto de textos determinado (en este caso las 15 respuestas a la encuesta de los participantes del curso) una estructura invariante compuesta de seis categorías llamadas genéricamente actantes: sujeto (que encarna determinadas fuerzas, funciones o roles más generales, y que en una narración literaria u obra dramática equivale al héroe o protagonista, en este caso correspondería al periodista investigador); objeto deseado por el sujeto (correspondiente al bien que se necesita obtener, al valor orientante, al objeto-valor en juego); destinador (fuerza que encarga la misión, para quién trabaja el sujeto, el que lo provee de instrumentos para lograrla); destinatario (que es el beneficiario final del objeto que se persigue, que a veces puede ser el Destinador o el Sujeto); adyuvante (que aporta ayuda al sujeto operando en la dirección del logro del deseo); y oponente (que genera obstáculos y se opone a la realización del deseo).

En la sección siguiente, se presentará el modelo actancial predominante en el grupo que respondió la encuesta.

Los actantes sujeto, destinador y destinatario, fueron inferidos subjetivamente, tomando en cuenta el texto de las respuestas y el contexto del curso donde ésta se aplicó. Así, sujeto será el periodista investigador; destinador: su convicción ética, y destinatario: la sociedad.
Los actantes oponente y adyuvantes, corresponderán a los valores más frecuentes en las 15 respuestas. (Estos datos están respaldados por las planillas donde las respuestas fueron agrupadas por categorías).

Percepción del Periodismo de Investigación: Modelo Actancial







Los detalles que completan y matizan las respuestas, se podrán encontrar en las tablas correspondientes, observando las respuestas que fueron agrupadas en las diferentes categorías.
En todo caso, parece oportuno destacar que en la categoría restricciones de los medios, las respuestas específicas más frecuentes fueron: la falta de tiempo para investigar (21% de los 42 obstáculos internos señalados); la carencia de recursos económicos (9,5% de los 42 obstáculos internos), y el sometimiento de los medios a la publicidad (5,9% de los obstáculos externos). Los vínculos entre dueños o jefatura de los medios y los personajes investigados, fueron señalados tanto como obstáculo interno como externo, por dos distintos encuestados (5,3%, si se suman, ya que se trata de dos encuestados distintos).

Al contrario, un medio con recursos aparece como el principal adyuvante para el trabajo del periodista investigador. Si la categoría "medio con poder" se suma a la de "medio con recursos", obtenemos un 31,4% de las frecuencias promediadas. Entre los principales recursos del medio se destaca la credibilidad (9,1% de los adyuvantes externos, y 7,7% de los adyuvantes internos), la infraestructura material de la empresa (7,7%) y su independencia económica (5,6%, suma de la frecuencia en ambos ámbitos).

Esto permite inferir que para incentivar la práctica del periodismo de investigación en América Latina una de las soluciones, pasa obligatoriamente por el compromiso de los dueños y jefaturas de los medios informativos, en el sentido de tener la voluntad de destinar recursos humanos, materiales y económicos al desarrollo del género.

Las tablas con los datos:

Oponentes













(INTERNO = Se preguntó a los encuestados por obstáculos propios a su trabajo investigativo (en el sentido de interno)EXTERNO = Se preguntó a los encuestados por obstáculos externos (o sea, desde el exterior)PROMEDIO = Refleja las frecuencias promediadas según categoría.La encuesta fue abierta y la categorización es responsabilidad del autor.Las frecuencias son la cantidad de menciones de cada categoría.El total corresponde al total de respuestas.)

Interpretación:
Predomina la percepción de restricción de los medios. Pero ésta es sentida más como propia del ámbito interno que del externo.
A la inversa ocurre con la también predominante impresión de restricciones al acceso a la información, que se siente como más propia del ámbito externo.
La falta de capacitación es sentida como propia del ámbito interno.
Las presiones se sienten más como externas.
Que la injusticia de la justicia sea percibida como interna, pero con muy bajo puntaje, puede ser un error de los 2 encuestados que dieron las respuestas así categorizadas.

Adyuvantes


(INTERNO = Se preguntó a los encuestados por las fortalezas (internas a su trabajo investigativo).EXTERNO = Se preguntó a los encuestados por apoyos u oportunidades externos a su trabajo investigativo.PROMEDIO = Refleja las frecuencias promediadas según categoría.La encuesta fue abierta y la categorización es responsabilidad del autor.Las frecuencias son la cantidad de menciones de cada categoría.El total corresponde al total de respuestas.)
Interpretación:
Predomina la percepción de que los recursos de que disponga el medio constituyen tanto una fortaleza interna del trabajo investigativo del periodista como un apoyo y una oportunidad externa al mismo.
El poder que represente al medio ante el entorno fue percibida igualmente como una fortaleza interna y apoyo y oportunidad externa.
Recursos y poder del medio de comunicación, son por tanto lo que los periodistas perciben como el mayor adyuvante a su investigación.
Luego viene la actitud y el conocimiento personal del periodista investigador.
Inmediatamente después, las actitudes favorables que encuentren en el medio ambiente y el acceso a la información.
CONCLUSION
La articulación de los dos textos anteriores permite formular la siguiente hipótesis:
Por más que los periodistas como individuos tengan una actitud ética, ésta es muy difícil de materializarse si no se cuenta con condiciones favorables en el sistema empresas periodísticas, que son en última instancia de las que depende el periodista investigador, salvo que sea acogido por una empresa editora de libros, o disponga de recursos propios.
Ello obliga a considerar a los empresarios de los medios informativos y de las empresas editoras en cualquier proyecto que pretenda promover este género periodístico.
Santiago de Chile, febrero 21, del 2000

Notas:
1 Información: entendida como un conjunto de datos acerca de lo real (el presunto mundo objetivo ajeno al observador humano o semejante, pero del cual éste también es parte), percibidos, descodificados, seleccionados, generalizados, distorsionados e integrados coherentemente en un modelo mental (biológico y cultural) que pretende dar cuenta de lo real en función de las necesidades sistémicas (de sobrevivir, mantenerse estable, adaptarse, predecir, crecer, competir, controlar, legitimarse y reproducirse) del observador.
2 Uso las palabras suceso, hecho, evento, acontecimiento, como sinónimos de ocurrencia: algo que ocurre, sucede, acaece, se produce en el ámbito (ambiente, entorno, contexto, sistema mayor) espacio-temporal en que nos encontraríamos inmersos y del cual haríamos parte.
3 En otras ponencias y en el desarrollo de mi citado proyecto de Investigación DICYT N°039896FM de la Universidad de Santiago de Chile sobre diseño de una teoría general del periodismo y su expresión formal en un modelo matemático, el valor periodístico ha sido definido como función de la probabilidad del suceso (ps) y de las probabilidades de impactos sicológico (pj)e histórico (ph): N = f(ps,pj, ph). En esta fórmula se sintetizan los clásicos elementos de la noticia y otros aportes. Las citadas variables han estado y están presentes en toda forma o género del sistema periodístico a lo largo de su historia y constituyen su estructura fundamental.-
4 En este punto queda claro que la perspectiva teórica de mi propuesta es la del llamado constructivismo (Cfr.: Paul Watzlawick y otros, La realidad inventada, Barcelona, Gedisa, 1990, edición de la que se cita (primera edición del original en alemán, 1981), aunque putativamente asociada con la teoría de la ideología (Marx, Althusser, Gramsci, Schaff, Barthes, Eagleton) y la lingüística transformacionalista (Noam Chomski, Bandler y Grinder). En ese marco general, la propuesta se engloba también en las teorías de sistemas, de probabilidades y de la información, y en el análisis crítico del discurso de Teun A. van Dijk. El marco más específico es mi teoría general del periodismo y metodología de producción de textos que estoy trabajando como proyecto de investigación N°039896FM, del Departamento de Investigación Científica y Tecnológica (DICYT) de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), iniciado en 1998 y que debe prolongarse hasta fines del 2000. Esta ponencia es así uno de los informes de investigación propios del proyecto.
5 Fetiche, categoría de Marx que significa la "cristalización" de un proceso o fenómeno como "un objeto puesto aparte", abstraído de sus condiciones reales de generación y de existencia, y que equivale al mito de Roland Barthes (Cfr.: Armand Mattelart, La comunicación masiva en el proceso de liberación, México, Siglo XXI, sexta edición 1978 (primera de 1973), pp. 27-29). La uso en sentido amplio, aplicándola a la verdad, cuando es vista y tratada como si fuera una cosa objetiva, dotada de autonomía, que trasciende a las personas, pero que oculta su propia génesis y funciones.
6 Categorías, entre otros, de Jung, Elíade, Khun, y van Dijk.
7 I Ching, Libro de Las Mutaciones, traducción y comentarios de Richard Wilhelm, Hermes/Sudamericana, p. 351).
8 Recordemos que la ideología opera naturalizando y universalizando creencias que, en realidad, son de un grupo determinado, naturalización y universalización que cumplen con el papel de legitimar y reproducir la posición de poder de ese grupo (Terry Eagleton, Ideología, Barcelona, Paidós, 1997 (versión original en inglés, de 1995).
9 A. J. Greimas, Semántica Estructural, Madrid, Gredos, 1976 para la versión española (Paris, 1966, para la original en francés).
* Juan Jorge Faundes M. es periodista y escritor. Titulado de periodista en la Pontificia Universidad Católica de Chile en 1973, magíster (c) en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Santiago de Chile. Es corresponsal en Santiago del diario El Espectador, de Bogotá, y del semanario Tiempo, de Madrid, y coordinador del Area de Comunicación y Difusión de la Corporación FORJA, en Santiago de Chile. Es colaborador del capítulo chileno de Transparencia Internacional. Autor de diez libros, entre ellos: Uds. Nunca Sabrán (Santiago, Editorial del Pacífico, 1977), Cardoen,¿industrial o traficante? (Buenos Aires, Ediciones B, 1991), Vientos de Silencio (Santiago, Planeta, 1999), y coautor o antologado en once más. Es colaborador de Sala de Prensa.Sobre el periodismo (colección de artículos y ponencias).

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